Matias Romano tiene 41 años, es fotógrafo de naturaleza y también se dedica a la conservación y regeneración de los ambientes naturales. Hoy nos cuenta un poco sobre su pasión, su trabajo y su amor por la naturaleza.
¿Cuándo y cómo nació tu pasión?
Tuve la suerte de que mi pasión por la fotografía de la naturaleza y la naturaleza en general empezará desde muy chiquito, desde que tenía 8 o 9 años empecé a dibujar pájaros, a mirarlos. Después, a los 11, mi madre me ofreció participar de un viaje junto a fotógrafos por la Patagonia (al sur de la Argentina), en aquel viaje tuve la posibilidad de empezar a sacar fotos y a conectarme con el mundo natural y los animales a través de la cámara fotográfica.
¿Cómo es un día cualquiera en tu trabajo?
Un día en mi trabajo es bastante divertido, porque cuando tengo la posibilidad de estar en la naturaleza estoy siempre recorriendo, investigando, buscando que puedo aprender, que puedo descubrir. Me encanta recorrer los ambientes naturales, los senderos, ir mirando desde una pequeña hormiguita, para ver que hace, hasta una maravillosa flor o algún pájaro como algún tucán o un animal que llame mi atención. Tengo la posibilidad de estar en la naturaleza, de conocer a los animales en profundidad, conocer cómo funciona el ecosistema y entender también que es lo importante que tenemos que hacer para cuidarlo, protegerlo y cuando ya está dañado poder regenerarlo.
¿Cuál es tu formación?
Desde muy chiquito empecé a aprender por mis propios medios sobre fotografía y sobre todo lo que tiene que ver con ser un naturalista. Me gustaba leer muchos libros y empezaba a interesarme en un momento sobre los peces, en otro momento sobre las aves, en otro momento sobre cómo funcionaba una planta. Siempre me gusto mucho todo eso, después estudié la licenciatura de turismo y hotelería - me faltaron algunas materias para terminar pero cursé toda la carrera- así que esas serian mis dos formaciones, una mucho más autodidacta, más de inquietud, de buscar, de investigar y la otra una formación formal en una universidad.
Contanos sobre tus experiencias de trabajo
Tengo la suerte de trabajar en lo que me gusta. Por un lado, tuve la oportunidad de guiar muchos grupos de fotógrafos, naturalistas o familias que tenían ganas de ir a conocer la naturaleza, donde yo podía de alguna manera hacer de intérprete entre lo que había tenido la posibilidad de conocer y estas personas que querían acercarse a la naturaleza, para que puedan vivir momentos únicos con animales y que se lo lleven para toda la vida en sus recuerdos, en sus fotos, en sus videos pero siempre, cuando nos íbamos de cada lugar, dejando todo como estaba. O sea, al animal cuando uno le saca una foto o lo filma le roba ese pedacito, ese instante de su vida y nos lo llevamos de recuerdo pero al animal no le hacemos nada, él sigue ahí haciendo su vida normalmente y eso es lo maravilloso del ecoturismo con lo que me toca trabajar mucho. Por otro lado, hace varios años que trabajo vinculando empresas y personas que tienen un interés por el medio ambiente que quieren hacer un proyecto donde ellos puedan ser parte de regenerar un ambiente. Lo que me gusta es que todos mis trabajos siempre estuvieron relacionados de alguna manera con la naturaleza y la biodiversidad.
¿Cuál es la problemática abarcada en tus proyectos actuales?
En este momento estamos llevando adelante un proyecto en la provincia de Misiones, se trata de una reserva cuyo nombre es San Sebastián de la Selva. Desde Bayka estamos trabajando básicamente 2 o 3 áreas donde lo primero es conservar uno de los ambientes más amenazados del mundo que es la selva paranaense o la mata atlántica como la conocen en Brasil. Este es un ambiente que perdió muchísima superficie en los últimos años. Por otro lado, estamos trabajando en la regeneración de ese ambiente porque hay algunas partes de la reserva que habían sido taladas para poder poner ganadería y nosotros estamos plantando árboles y regenerando eso para que se pueda volver a conectar con la selva que sí está en buen estado de conservación, eso es muy importante. Después trabajamos con todo lo que tiene que ver con investigación, conocimiento, educación ambiental para que todos esos esfuerzos que estamos haciendo también puedan ser sostenibles en el tiempo y la gente pueda conocer más y entender más la importancia de conservar la naturaleza y en conjunto con eso, también trabajamos con empresas que les interesa la carbono neutralidad o ser responsables por sus emisiones de dióxido de carbono entonces compensamos plantando árboles en esa reserva.
¿Cuáles son tus líneas de trabajo?
Una parte es el ecoturismo para que la gente pueda conocer la naturaleza, la reserva y cómo funciona la selva paranaense. Por otro lado tenemos un programa de rewilding donde trabajamos con la reintroducción de 2 especies: las pacas y los acutíes, esto también es como devolver la salud a la selva, al ecosistema. Tenemos también un vivero donde plantamos un montón de especies nativas en estas áreas a regenerar. Estas serían las líneas de trabajo más importante que estamos desarrollando en este momento.
¿Cuál es el nombre de la institución en la que trabajas y cuál es su misión?
Hace algunos años fundé Bayka (https://www.bayka.com.ar) que es una empresa con un una misión muy clara, nuestro objetivo es regenerar un ecosistema, conservarlo y que cada día que pasa este mejor de como lo recibimos, que cada día la selva sea un poco más sana, que haya más animales, que haya más conservación, que haya más regeneración. Dentro de este plan también buscamos hacerlo con todos los actores que podamos incluir en este proceso.
¿Cuál es tu opinión sobre la importancia de la educación ambiental?
Me parece prioritaria, me parece lo más importante, porque en el fondo los chicos son los que van a tener que cambiar este mundo, hacerlo mejor. Son los que van a estar viviendo en ese futuro que hoy estamos creando. Entonces todo lo que tenga que ver con educación ambiental les va a ayudar a tener herramientas para tomar las mejores decisiones, a saber porqué es importante cuidar el ambiente, porqué es importante tener a todos los animales y que ninguno se extinga. Creo que en eso la educación ambiental juega un rol principal.
¿Podría la educación ambiental ayudar a generar cambios en el ambiente en el que trabajas ? ¿De qué manera?
Tengo la suerte de trabajar en distintos ambientes de la Argentina, pero donde más trabajo y donde más esfuerzo de conservación hago es en la selva misionera y ahí me parece que la educación ambiental por supuesto que podría generar cambios. Por un lado vemos que algunas de las costumbres o tradiciones que hay hasta ahora en la selva tienen que ver con la deforestación, la cría de ganadería, la plantación de tabaco, todas estas actividades generalmente generan un daño en el ambiente, lo fragmentan, se cortan árboles que son muy viejos, los animales no empiezan a encontrar su ambiente para poder estar y vivir tranquilamente. También hay un tema con una cuestión cultural que es la cacería, creo que la educación ambiental jugaría un rol espectacular para que los chicos puedan entender que salir a cazar animales al monte le hace daño a esa biodiversidad que vive con ellos, que vive cerca de sus casas y que hay que cuidarla y hay que conservarla. Me parece que para hacer ese cambio entre generaciones es fundamental la educación ambiental.
¿Cómo crees que la fotografía puede apoyar a la difusión y a la conservación de ambientes naturales?
Pienso primeramente que la fotografía es un arte hermoso, el cual permite guardar de alguna forma tangible los paisajes más maravillosos y los momentos más preciados. 📸😺
En ese sentido, creo que la fotografía puede apoyar en gran manera la difusión ante la importancia fundamental como el valor que representa la conservación y protección de nuestros ambientes naturales mediante fotografías que plasmen los ecosistemas, la fauna la flora y nuestros recursos naturales resaltando simplemente sus características tanto mágicas como ancestrales dadoras de vida y el cómo dependemos en su totalidad de estos procesos naturales en nuestra existencia.
Maravillosa historia
🙌🙌