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Macrogranja de opiniones


por Victoria Foglino


Nadie negaría lo hiperconectados digitalmente que estamos hoy en día. La información llega rápido, muchas veces en forma parcial y puede que nos encontremos luchando por alguna causa sin conocer totalmente sus fundamentos.

Esta nota tiene como objetivo pasar en limpio las consecuencias ambientales más destacables de la producción porcina, dejando de lado opiniones, fuentes cuestionables , datos y números aislados que no transmiten información.


Una de las primeras cuestiones que podemos analizar en cualquier proyecto de ganadería es si se va a producir en forma intensiva o extensiva. Esto significa si hay muchos o pocos animales en la superficie de tierra. En Argentina, la producción porcina más usada es la intensiva, porque se concentran muchos cerdos en terrenos chicos y por eso se dice que los animales están aglomerados (con esto se relaciona el término “feed lot”). Al aglomerar a los animales, también se aglomeran sus desechos, intensificando los impactos.


Pero, ¿de qué impactos estamos hablando? Son impactos derivados principalmente de los desechos, nutrientes, microorganismos patógenos, hormonas, drogas y antibióticos que se liberan en las macrogranjas. Se generan purinas (formadas a partir de la orina y las heces de los animales) y efluentes (que son corrientes líquidas o gaseosas que poseen contaminantes y tóxicos). En cuanto a esto, hay al menos, tres puntos importantes por destacar.


→ El primero, es que las sustancias se transportan y los desechos y contaminantes pueden llegar fuera de la granja. La lluvia, el viento, los animales y las plantas pueden movilizar contaminantes hasta zonas alejadas. Por eso, los problemas no son locales. Para dar un ejemplo concreto, la gran cantidad de heces que se acumula en las granjas de cerdo es una gran carnada para roedores e insectos que, al desplazarse, transportan las sustancias y pueden causar distintas enfermedades en los humanos (por esto se dice que son “vectores”).

Otra forma de transporte de las sustancias es la cadena trófica (o alimenticia), de la que se describe más en el punto siguiente.


→ Para este segundo punto, pensemos el caso de que un efluente proveniente de la granja alcance un río. Si el efluente tiene, por ejemplo, un compuesto de alta vida media (o, que persiste mucho tiempo en el ambiente), este puede ingresar por distintos organismos hasta alcanzar un pez, mediante la cadena trófica. Luego, este puede ser pescado y ser ingerido por una persona, por lo que la sustancia (si se encuentra en la concentración suficiente) ingresa en la persona. Sucede que, al avanzar en la cadena trófica, la concentración de este tipo de compuestos aumenta, lo que es lo mismo a decir que los últimos eslabones de la cadena tienen la mayor cantidad de estos compuestos. Esto es por el resultado de ingerir organismos anteriores contaminados (y a esto se lo llama “biomagnificación”).


→ El último punto es que, las sustancias tienen diferentes tiempos de vida media en el ambiente. Algunas persisten horas luego de emitirse, y otras permanecen por años, décadas y centenas. Por lo tanto, el problema puede permanecer en el mediano y largo plazo.


Hay otras posibles consecuencias que no pueden dejarse de lado.


A nivel atmosférico, las granjas porcinas intensivas generan olores y gases en una cantidad considerable. Algunos de los gases emitidos son Gases de Efecto de Invernadero (GEI), lo que significa que absorben radiación, aumentando de la temperatura de la Tierra. Cada GEI permanece en la atmósfera diferentes períodos de tiempo, desde pocos a miles de años. Además, según el gas, también varía cuánta energía puede absorber (esto se refleja en el llamado “Potencial de Calentamiento Global”). Los gases que se emiten en las granjas porcinas preocupan desde esos dos aspectos.


Por otro lado, como ya se dijo, en los proyectos ganaderos se elimina una gran cantidad de nutrientes. Si estos llegan en gran cantidad al agua, las algas, por ejemplo, los aprovechan para crecer y consumir oxígeno. Si siguen llegando más nutrientes a esa agua, pueden desarrollarse tanto al punto de limitar el oxígeno. Entonces, el agua se contamina, deja de ser potable o aprovechable para nadar y hacer deportes en el agua, y el resto de los animales acuáticos también se quedan sin oxígeno suficiente para respirar. Esta es solo una de las consecuencias que ocurre por haber un exceso de nutrientes en el agua (y a la que se la llama “eutrofización”). Cuando los nutrientes llegan al suelo, se puede salinizar, y las consecuencias se extienden si se considera lo que pasa cuando alcanzan las aguas subterráneas.



Me parece importante destacar que esta discusión no se trata de los cerdos, ni de China, ni de ningún acuerdo en particular. Un animal libre (o al menos, no confinado) distribuye por sí mismo las heces y evita que se aglomeren en un lugar. Sólo al amotinar animales se amotinan sus impactos. Es tan importante discutir un proyecto como discutir cómo se va a desarrollar y dónde.


Hay una multitud de voces que se manifiestan, y es muy importante saber justificar la postura que tomamos. Es el momento ideal para informarnos, antes de empezar a opinar. También es importante decir es que muchos de los impactos descriptos pueden evitarse o, al menos, reducirse. Se puede tratar a los efluentes para disminuir los niveles de contaminantes, evitar que se dispersen los olores, controlar la liberación de desechos, o cumplir con la normativa relativa. Soluciones existen y las cosas pueden hacerse mejor. Lo que queda claro es que no se puede llamar una “gran oportunidad” a secas.


Nota: no se incluyen temas como las enfermedades o accidentes laborales que pueden suceder en estos proyectos, el bienestar animal ni tampoco el debate de cómo aumentar el valor agregado de la materia prima que producimos en el país.


Para escribir esta nota, se utilizaron los siguientes textos:


Agencia de Protección Ambiental de los Estados Unidos (EPA). (s.f.). Descripción general de los gases de efecto invernadero: https://espanol.epa.gov/la-energia-y-el-medioambiente/descripcion-general-de-los-gases-de-efecto-invernadero

B. E. Gallo, D. L. (2016). Facultad de Agronomía, Universidad Nacional de La Pampa. Dimensionamiento de instalaciones para el tratamiento de purines de una empresa porcina en confinamiento.

Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas de Argentina (CONICET). (s.f.). Enciclopedia: https://www.mendoza.conicet.gov.ar/portal/enciclopedia/terminos/Eutrofizac.htm


D. Panichelli, M. E. (s.f.). Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria - Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (INTI - FAO). Buenas Prácticas Pecuarias (BPP) para la producción y comercialización porcina familiar. Capítulo XII. Manejo medioambiental.


Organización Mundial de la Salud (OMS). (s.f.). Enfermedades transmitidas por vectores: https://www.who.int/es/news-room/fact-sheets/detail/vector-borne-diseases


R. Maisonnave, P. M. (s.f.). Ministerio de Agroindustria, Presidencia de la Nación. Buenas Prácticas de Manejo y Utilización de Efluentes Porcinos.


Real Academia Española (RAE). (s.f.). Diccionario de la lengua española: https://dle.rae.es/pur%C3%ADn


Senado y Cámara de Diputados de la Nación Argentina. (2002). Ley General del Ambiente (Ley 25.675): http://servicios.infoleg.gob.ar/infolegInternet/anexos/75000-79999/79980/norma.htm

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